
Hoy en SIN Riders vamos a hablarte del nuevo Mazda 3, un coche que nada tiene que ver con la tendencia de los últimos años de otras marcas japonesas. La compañía nipona nos presenta un modelo con un motor evolucionado que probamos por las calles de Madrid, en busca de un maridaje que esté a su altura.
Los considerados “los chicos malos” de Japón vuelven a demostrarnos su rebeldía. Mientras que el resto de marcas de su país están trabajando en la evolución de motores híbridos o eléctricos al 100%, en Mazda han querido ver hasta donde puede llegar el motor de explosión convencional y optimizar sus prestaciones al máximo. Así, han conseguido un motor de 2000 cc que da 165 cv y que tan solo consume 6 litros a los 100, unos datos muy buenos.
Estando a los mandos del Mazda 3, comprobamos que todo está muy pensado para que el conductor mantenga la atención permanentemente en la carretera, con pocas distracciones. Tanto el navegador como los principales datos de la marcha, quedan reflejados en una pantalla transparente sobre el salpicadero con su sistema HUD. Un sistema muy cómodo que no entorpece el pilotaje. No existen diferentes ajustes de conducción que permitan un modo “sport” o “eco” pero la potencia, que entra de forma gradual y suave en condiciones normales, es más que solvente en cuanto pisamos a fondo el acelerador. No será un samurái, pero plantará cara con solvencia en el combate.
Otras de las virtudes del Mazda 3 es su sistema Sky Activ que ofrece al usuario un gran rendimiento, mientras ahorra combustible. Sky Activ no solo es responsable de sus eficientes niveles de consumo, también influye en el chasis, creando un esqueleto de acero y aluminio que da más resistencia al coche y más dinamismo en la conducción.
Disfrutando con el Mazda 3, llegamos a nuestro destino: Shikku, donde la cocina japonesa busca los mismos principios de máxima calidad a un precio razonable. Nuestro chef, Charli, nos asegura que los que nos tiene preparado marida a la perfección con una SIN bien fría, así que seguimos sus indicaciones y nos disponemos a degustar sus especialidades. Arrancamos con un tartar de atún con huevo de codorniz sésamo y soja, seguimos con un sashimi de cítricos y rematamos con sushi de fusión variado en el que nos prepararon: arroz crujiente con ventresca de atún, pez mantequilla con trufa, salmón braseado con mayonesa japonesa, toro braseado con mostaza, vieira con panceta ibérica y mango con anguila. Todo tan sorprendente para el paladar como exquisito.
Y es que cuando los japoneses hacen bien las cosas en la cocina y en la carretera, maridar sushi con asfalto resulta una gran idea.