
Continuamos recorriendo Mallorca en nuestra bici, pues no hay nada más placentero que despertarse una mañana de primavera, coger la bici y salir a disfrutar de la brisa marina y las increíbles vistas que nos da el sur de la paradisíaca isla de Palma de Mallorca.
Pero ¿qué ruta deberíamos tomar? ¿Más o menos distancia? ¿Mayor o menor dificultad?
Nuestra propuesta para hoy es una ruta diseñada para el disfrute, pero no sin antes realizar algo de esfuerzo, en concreto 9.300 metros (18,6 km si hacemos el camino de ida y vuelta):
Colonia Sant Jordi – Faro Cap Salines
En primer lugar, es muy importante que reunamos las provisiones necesarias para llegar a nuestro destino sin problemas (herramientas para la bici, bocadillos, protección solar, gafas de sol y guantes, mucha mucha hidratación…)
- La ruta comienza en la Playa de Es Port en Colonia de Sant Jordi, antiguo pueblo pesquero tradicional con un encanto especial que llama la atención de muchos turistas y deportistas.
En el camino a la Playa D’es Dolç se puede encontrar el Centro de Visitantes Ses Salines, una parada obligada para los amantes de la vegetación y los animales.
- Al llegar a la Playa d’es Dolc, una de las playas de arena blanca y fina más visitadas de la ruta, tendremos que bajarnos de la bici para atravesar esa playa de aguas cristalinas. Además, podemos hacer una parada en su chiringuito y tomarnos una cerveza SIN fresquita para comenzar el camino.
- La siguiente parada es la Playa es Carbó, una playa aislada y kilométrica con un camino caracterizado por subidas y bajadas algo rocosas, en las que debemos de tener un poco de cuidado. Como dato interesante: desde esta playa se puede divisar la isla de Cabrera.
- Tras avanzar 2,5 kilómetros pedaleando sobre la arena dura de Es Carbó, recomendamos hacer una parada para descansar, reponer fuerzas y darnos un bañito si el clima acompaña ¿no créeis?
- En el siguiente tramo la dificultad aumenta, pero los accidentes geográficos, acantilados, subidas y bajadas nos ofrecen un paisaje espectacular que nos acompañará hasta llegar a Cala en Tugores. Ésta es la cala virgen más al sur de la isla y alejada del núcleo urbano y está compuesta de arena, piedra y rocas.
- Finalmente, tras avanzar 3,1 kilómetros más, llegamos a la última e idílica Playa El Caragol, que algunos visitantes califican de “paraíso”, pues esta playa posee arena blanca, agua cristalina y, por lo general, no está muy transcurrida. ¿Qué mejor lugar para parar a ver el atardecer?
- Llegados a este punto, solo 6,8 km más nos separan de nuestro destino, El Faro de Cap Salines, inaugurado en 1863 y gracias a unas maravillosas vistas rocosas se convertirá en la mejor parada para terminar nuestra ruta.
Esperamos que esta sea una de las muchas rutas primaverales que elijas y recuerda, las paradas para descansar son muy importantes para prevenir la fatiga y se disfrutan mejor acompañadas de una cerveza SIN fresquita y si la maridas con diferentes tapas y paisajes ¡mejor que mejor!