
La última gira del año de los SIN Riders nos llevó a la Comunidad Valenciana y a la isla de Mallorca, donde estuvimos invitando a todos los que nos encontramos en el camino a una ronda de cerveza SIN, porque en invierno también hay seguir disfrutando de la carretera manteniendo los reflejos al 100%.
En esta época del año es muy común encontrar mal tiempo en la carretera. De hecho, de camino a Valencia tuvimos unas condiciones realmente difíciles. Pero, gracias a que únicamente tomamos cerveza SIN cuando recorremos las carreteras del país, pudimos pilotar concentrados y seguros. Una vez en Valencia, nos dirigimos al Ayuntamiento, donde nos recibieron con los brazos abiertos.
Anaïs Menguzzato, Concejala de Policía Local y Bomberos, nos aseguró que desde el consistorio pretenden “transmitir esos valores a los niños y la gente joven. Que tengan claro que cuando alguien se pone a los mandos de una moto o un coche lo tiene que hacer sin beber, así que enhorabuena por la iniciática. La cerveza SIN es una buena opción y además está buenísima”. Brindamos con ella por estos valores con cerveza SIN y nos acercamos a las calles del centro a invitar a todos los amigos que nos encontramos, y recordarles nuestro mensaje. Aunque el tiempo no había mejorado, también nos acercamos por la playa en donde pudimos seguir invitando a un buen número de rondas, disfrutando de un paisaje espectacular con el mar embravecido.
Después de un largo día recordando nuestro mensaje e invitando a rondas de cerveza SIN por varios puntos de la Comunidad Valenciana, partimos en ferry dirección a Mallorca. No puede ser más fácil plantarse en esta isla gracias a los ferries de Balearia. Con nuestras motos bien amarradas en la bodega, tomamos una buena cena en su restaurante y fuimos directos al camarote a echarnos una buena cabezada, que con las primeras luces del alba llegábamos a la capital de las Baleares.
Como nuevos desembarcamos en Palma, una ciudad increíble a primera hora del día con sus calles casi para nosotros solos. Lo primero: cargar energías y para eso, nada mejor que el desayuno en el ático del Hotel Cuba. Un lujazo que todo viajero debería darse.
A continuación nos dirigimos al Ayuntamiento de Palma, donde nos recibió Angélica Pastor, regidora de Seguridad Ciudadana, que nos confiesa “ya me gustaría a mí ser un SIN Rider y recorrerme España… es una gran idea y me parece que estamos haciendo algo positivo, porque además de apoyar a la cerveza SIN alcohol, creo que las instituciones y las administraciones debemos colaborar con vosotros porque es una buena iniciativa”. Por su apoyo le hicimos entrega de nuestra camiseta oficial y volvimos a la carretera para invitar a los palmesanos a nuestras rondas de cerveza SIN. Muchos fueron los amigos que encontramos mientras recorríamos algunos de los kilómetros más espectaculares por lo que hemos rodado. Las vistas que nos descubrió la isla en cada curva. En el recuerdo nos llevamos el tramo por la sierra de la Tramontana de Andratx a Valdemosa, simplemente alucinante.
Tantas emociones despertaron nuestro apetito de vuelta a Palma. Todo el mundo nos había hablado de un sitio especial, un referente en la ciudad: El Caballito de Mar. Allí nos dirigimos y nos encontramos a su propietario Toni Gil, quien tiene muy claro qué marida con una cerveza SIN: “Pues yo te diría, como decía mi padre, que ‘no hay mejor manjar que el que pide el paladar’, así que si te apetece un pescadito y una cerveza SIN, una carne y una cerveza SIN, más a gusto que aquí no vas a estar”. En el Caballito tocan todos los palos, pero especialmente el pescado y el marisco llegado de todos los puntos de España. Nosotros combinamos unos entrantes de huevos rotos con foie y gambusí frito con salsa tártara con unos san pedros y una pata de cordero de quitar el hipo. Y no le quitamos la razón, maridan con la cerveza SIN a la perfección.
Llegó el momento de partir hacia la península, de nuevo en ferry. Aprovechamos la travesía para dirigirnos a todos los profesionales del transporte que viajaban en el ferry e invitarles a unas rondas de cerveza SIN, porque nadie mejor que ellos sabe lo importante que es la seguridad en carretera.
Desde la cubierta del ferry los SIN Riders nos despedimos de las Baleares. Era la primera vez que íbamos a la isla, pero seguro que no será la última porque la experiencia fue espectacular. Volveremos. ¡Salud!