
No hay que pensar que, por haber tenido parada la moto en el garaje durante los meses más fríos, no se ha deteriorado. Realizar un mantenimiento mínimo antes de ponerse a rodar puede ahorrar muchos disgustos, tanto de mecánica como personales. Por eso, desde SIN Riders os recomendamos que no lo dejéis pasar.
Una parte de este mantenimiento lo podéis hacer vosotros mismos, el resto es mejor dejarlo en manos de un profesional. Nosotros hemos ido a ver a nuestro amigo Alfonso, de Hardtail Cycles para que nos asesore.
La moto en manos del profesional
Lo primero que recomienda Alfonso es que nos centremos en el embrague. Hay que lubricarlo y ajustar la maza, ya que los discos, al estar en constante fricción, van cogiendo holgura. Esa holgura debe ser la adecuada y debe vigilarse en cada revisión.
Después, hay que fijarse en el acelerador. Debe lubricarse el cable del acelerador y el retorno, ya que el invierno puede oxidarlos y hacer que ofrezcan más resistencia. También se ajusta la tensión adecuada para el funcionamiento del sistema de inyección (si es que lo tuviera).
Cuidar la moto con vuestras manos
Para los siguientes pasos no hacen falta herramientas específicas y se pueden realizar en casa con un poco de maña.
Deben sustituirse los tres tipos de aceites (primaria, motor y transmisión). Si queréis que vuestra moto dure eternamente, lo mejor siempre es utilizar los aceites de mejor calidad; tened en cuenta que estamos hablando del corazón de vuestra moto y, por muy espectacular que sea por fuera, si no se cuida ese aspecto, la moto puede tener problemas.
La batería es otro de los puntos importantes y siempre hay que comprobar que carga bien. El mejor consejo es que si no se utiliza la moto cuando hace mal tiempo, se desconecte; pero si ha estado enchufada todo el invierno, este es el primer punto que debe tenerse en cuenta para evitar quedarnos tirados a la primera de cambio. Es fundamental cerciorarse de que acepta toda la carga y de que no se descarga en poco tiempo.
El último consejo y el más importante para la seguridad es la revisión de los neumáticos. Mucha gente piensa que solo se han de cambiar cuando están gastados, pero no es cierto. Si el neumático lleva montado más de cinco años pierde sus propiedades y empieza a cristalizarse convirtiéndose en una rueda insegura.
Para saber si el dibujo está lo suficientemente gastado, hay un truco: meter una moneda de un Euro en el dibujo. Si entra hasta el círculo central dorado, la rueda está bien. Si no, hay que cambiarla.
Tanto Alfonso como HardTail Cycles se suman a la campaña de SIN Riders y os recuerdan que el mejor consejo de todos para rodar seguros este verano es que cuando tengáis sed, no lo dudéis, ¡pedid una SIN y disfrutad! En la carretera, siempre cerveza SIN. ¡Gracias Alfonso!