
Son muchos los títulos cinematográficos que recurren a la imponente presencia de una moto en sus tramas. A lo largo de los años, estas bestias de dos ruedas han acompañado y recorrido miles de kilómetros de celuloide como si se tratara de un actor más en cualquier producción, y en muchos casos, adoptando incluso un papel protagonista. Por este motivo, en SIN Riders (como fervientes seguidores del séptimo arte), hemos seleccionado todas aquellas películas que han concedido su particular homenaje a nuestra compañera de dos ruedas. Os proponemos una serie de películas en los que el rugido del motor ha traspasado la pantalla:
1. Salvaje (The Wild One, 1953)
¿Quién puede olvidarse de aquel jovencísimo Marlon Brando a lomos de su fiel compañera de dos ruedas, seguido siempre muy de cerca por su banda de peligrosos moteros? Si bien, este concepto se aleja radicalmente de la razón de ser de los SIN Riders, la película sí ayudó a sentar las bases del motero como un icono de la época. De qué otra forma si no iba a conseguir alguien como Johnny (Brando) enamorar a la hija del sheriff local Kathy (Mary Murphy) en la apasionante historia de amor que envuelve esta película.
2. Cruce de Caminos (A Place Beyond the Pines, 2012)
Recurriendo de nuevo a un galán de oro, (aunque para la ocasión eligieron uno de nuestra época, Ryan Gosling) la figura del motero se entremezcla con la del especialista de circense que utiliza su moto para ofrecer un espectáculo trepidante. Ante el peligro que esto supone, y a riesgo de perder a su familia, decide dejarlo… para terminar en un haciendo algo aún más peligroso: robar bancos y aprovechar su habilidad con las motos para evadirse de la policía. Sin embargo, como ocurre siempre en estos casos, el precio a pagar por su temeridad termina resultando muy alto.
3. Easy Rider (1962)
El gran clásico de los amantes del motor, asentó el paradigma de lo que a día de hoy conocemos como “road movie”, todo un subgénero cinematográfico que fielmente representa nuestra pasión por el motor y las dos ruedas. Dennis Hopper y Jack Nicholson recorrieron los Estados Unidos en moto con cuestionables artimañas, que sin embargo, convirtieron la película en el perfecto legado del sentimiento motero a través de una extraordinaria banda sonora que recopilaba temas de los Byrds, Steppenwolf o Jimi Hendrix. ¿Os suena aquello de “Born to be wild”? Poco más que añadir.
4. Vacaciones en Roma (Roman Holiday, 1953)
Quizás la conocida película protagonizada por Audrey Hepburn y Gregory Peck presentó una visión… edulcorada del mundo del motor. Sin embargo esta producción, además de catapultar a la fama a la actriz belga, instauró un perfecto estándar social que identificaba la figura de la Vespa con Italia. Un nexo de unión que aún perdura en nuestros días gracias a la memorable escena en la que la pareja recorre la capital italiana sobre dos ruedas.
5. La Gran Evasión (The Great Escape, 1963)
Si las motos, por lo general, han simbolizado el espíritu de “libertad” al que tanto recurrimos y mencionamos los SIN Riders, está película representó el colofón final de este concepto. Pues ¿qué mejor para escapar de un campo de prisioneros de alta seguridad?: como no podría ser de otra forma el gran protagonista de la producción, Steve McQueen, consiguió escapar de la prisión a golpe de motor, sobre una representativa moto de la Alemania nazi: la mítica Triumph Bonneville con la que tanto soñamos.
Todas y cada una de las películas anteriores, de una forma u otra, han sido responsables de nuestra extraordinaria afición por el mundo del motor. Todos alguna vez hemos soñado con ser protagonistas de alguna de estas aventuras, y en mayor o menor medida, lo hemos conseguido. Por nuestra parte, los SIN Riders protagonizamos una superproducción que nos apasiona: concienciar de que la carretera y el alcohol son incompatibles. Por eso, en la carretera, “Claqueta, luces, cámara… y cerveza SIN”.